Ventana

...Después me tiré en una cama vacía en un cuarto pequeño,
tenía calor pero jamás fui en busca de algo frío para que me calmara.
Quizás sería que siempre fui de esas que se quejan pero no hacen nada al respecto.
Una melodía sonaba desde afuera y un poco de luz entraba en aquel oscuro dormitorio.
Dormí por horas, pero nunca supe cuántas, ni cuánto tiempo estuve ahí.
Luego de varias insistencias internas mías, me dije a mí misma que tenía que irme,
lo intenté varias veces, hasta que la décima novena fue la decisiva.
Me levanté, abrí la puerta y una ola de luz se apoderó de todo.
Me dirigí hasta el baño, lavé mí cara y el resto de mí cuerpo,
bajé las escaleras y me alimenté y charlé como si nada hubiera pasado...

Comentarios