Entradas

Mostrando entradas de abril, 2017

Escribí un jueves pero en realidad ya era viernes

Me desperté tarde. Tarde como hace tiempo, tarde que no disfruté ni el sol, las calles vacías, la gente triste y aburrida de la rutina, el nene de siempre, las abuelas de la esquina chusmeando de la vida, mi circo matutino favorito. Cuando desperté era tarde para lo que quería hacer y de la mano con mi amiga nos fuimos a casa para verme tocar mal la guitarra y pronunciar mal el inglés en las canciones que me gusta cantar. Ahora más tarde que mi tarde estoy sola, sola en la barra de un bar usando el celular como lunática, como primate de siglo veintiuno; ahora, ansiosa, deseosa, espero por una gota de erotismo que envuelva una almohada ajena. Mi recobeco preferido, el mártir de unos sueños rocosos, ambiguos de colores. La noche se presta para no volver sola y el corazón me respira inquieto. Los jueves no son los mismos, drama existencial. Frascos rotos, dedos cortados, ansiedad social. Por suerte aprendí a manejarme en el silencio, cordialmente ignoro a todo el mundo mientras puedo d

Cuar-to round

Lo más razonable era callarme, pero no puedo evitar tener que dar mi opinión de todo a quién le hable.  Francamente, he de admitir que vivir en un callejón oscuro me ha hecho perder miedos pero poca gente se atreve a caminar por ahí para verme. Quizás sea el cementerio de al lado que les recuerda lo efímero y ya no quieren caminar porque les da miedo la responsabilidad de pasar por mi calle. Otra cosa, mi cabeza se mueve a cien kilómetros por hora y ya sé que abril será un mes diferente, ojalá que termine ahogada con mi propia baba en mi almohada si sobrevivo al fin de la semana. Domingo de haber hecho todo lo que no tenía que hacer y lo disfruté igual. Acabo de retrasar mi futuro un par de meses más. Soy una idiota tal vez, quizás, éste sea mi destino por el momento, y es dónde debo estar. Un mosquito me picó en la palma de mi mano y me interrumpió el sueño. No estoy soñando con nadie y perdí el interés por toda actividad general, espero no salir de mi cuarto hasta pasadas las di

Sobrio

¿Cómo estás?  ¿Cómo vas con el dolor de ovarios? Es en realidad un par de consejos de una amiga lo que necesitás. Felicidad es algo más que buscar, ¿buscar lo qué? Buscarse a uno mismo, a lo de afuera, lo de adentro. Entonces alrededor de nuestra seguridad, viven los monstruos que nosotros llamamos "deseos" y cuando los domesticás, los ajustás tu reloj natural y comenzás a beber de ellos, se transforman en más alas que te ofrecen otra libertad.