Cuar-to round

Lo más razonable era callarme, pero no puedo evitar tener que dar mi opinión de todo a quién le hable. 
Francamente, he de admitir que vivir en un callejón oscuro me ha hecho perder miedos pero poca gente se atreve a caminar por ahí para verme. Quizás sea el cementerio de al lado que les recuerda lo efímero y ya no quieren caminar porque les da miedo la responsabilidad de pasar por mi calle.
Otra cosa, mi cabeza se mueve a cien kilómetros por hora y ya sé que abril será un mes diferente, ojalá que termine ahogada con mi propia baba en mi almohada si sobrevivo al fin de la semana.
Domingo de haber hecho todo lo que no tenía que hacer y lo disfruté igual. Acabo de retrasar mi futuro un par de meses más. Soy una idiota tal vez, quizás, éste sea mi destino por el momento, y es dónde debo estar.

Un mosquito me picó en la palma de mi mano y me interrumpió el sueño. No estoy soñando con nadie y perdí el interés por toda actividad general, espero no salir de mi cuarto hasta pasadas las dieciocho horas.

Comentarios