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Mostrando entradas de 2017

A puerta abierta

La puerta cierra sola. No obstante creo que es mejor el reojo preventivo que una firmeza ciega. Vivo en un hoyo que yo misma hice, y eso que jamás me sentí hábil con cualquier cosa que pueda crear con mis manos.  Aun sí puedo levantar la mano y decir que he hecho el amor más de una vez. La ligera duda del no estar y estar para siempre se desprende cada segundo de mí y así de la misma manera me dejo abanicar por el ventilador parado un metro de mí. Las cartas que escribo ya no las envío a mi destinatario original, llegan cautivas a su remitente que es mi reflejo envuelto en un par de sábanas y sin dormir. Mis puertas no cierran solas, son procesos de hacer fuerza, de que no se cierren de un sólo golpe, de elegir mejores cerraduras, y a veces no las cierro, las dejo entornadas, no sea cosa que quieras visitarme por la madrugada.

Miedo

Miedo a la cama destendida, a pisar vidrio con los pies. Miedo a que me pise un camión, a los rincones vacíos y los botones. Miedo a la incertidumbre,  a la oscuridad, a la beneficencia. Miedo al egoísmo, al inductivismo, a la consistencia. Miedo a las arañas  y cucarachas. Miedo a la esencia, las flores y brotes. Miedo a las alturas,  a los castillos, tiburones, zapatos mal atados, miedo a la tolerancia. Miedo a la maternidad, a la rutina, a la enfermedad. Miedo a la desigualdad, a los agurejos y los colores. Miedo al olvido, a los niños, a la eternidad. Miedo en las calles, en los tranvías, en el chat con tu amiga, en los jardínes lejos y en la policía. Miedo a los espejos, al amor, a la muerte y los lunares negros. Miedo a los perros, al macho, al reo, al pobre miserable, al rico inigualable. Miedo a vivir, miedo a morir, miedo a vivir encerrada miedo a morir enjaulada. Miedo a que ya no siga enamorada. Miedo a mi reflejo, a los ligamentos,
Si me extrañas estoy aquí. Si me necesitas, estaré. Si me das por sentada, me iré.

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Hace veinticuatro horas que  quiero  hablarte  te he enviado  dos mensajes a diferentes horas y sigues con la misma excusa: "después hablamos" Era para decirte que  te extraño demasiado que te necesito a mi lado que los vientos del sur soplan cada día más débiles. Habría de buscar en esa inmensidad que guarda  tu mirada si ésto es lo que tu quieres, si es ésto lo que deseabas. Yo digo basta. Las heridas no sanarán, mis traumas se sellan de vuelta, las hojas de los árboles caen, en Noviembre tiembla el frío como en cualquier minuto en un día de Julio. Mi amor es vasto, y mis besos de plata y no es por quién  llora ésta lágrima sino es porque  me han dicho que tú ya no me amas.

Antes de Dormir

Antes de dormirme quiero  recordar la silueta de tu aroma natural y el del perfume Polo cuando me abrazas por detrás, el mal humor que ronda algunas mañanas, las cantidad de veces que nos deseamos "suerte", las palabras que ya tienen otro nuevo signficado, el movimiento inquieto de piernas que hacés cuando pensás. Antes de dormirme quiero decirte que cuando te veo, te hablo cinco segundos sobre temas banales, cuando te abrazo, y en todo el proceso que lleva hacerte el amor; me traslado a un futuro donde estás a mi lado.  Que sé que no es el mejor momento para vos, y yo no puedo tener menos de lo que merezco.  Antes de dormir quiero despedirme bien; no amargar los buenos recuerdos ni ahogarlos con el frenesí que me viene cuando pensar que mañana pueda no tenerte.  Me hacés sentir en una constante novena sinfonía y te elijo para todos los días. Quiero una cama grande y despertar contigo a las tres de la tarde. Quiero todas las promesas, los puzzles y las recetas para

Bitácora en una cama indivual

Hoy me desperté deseando no tener tatuajes. Hoy me desperté deseando no haber despertado sola. Hoy me desperté para volverme a dormir. Me desperté igual que ayer . Me desperté hoy con la misma ropa. Me desperté hoy de la misma forma en que me dormí; pensando en tí. Hoy me desperté deseando ser otra. Me desperté hoy sin recordar el sueño que tuve. Hoy me desperté en nostalgia, otra noche más auto-medicada. Me desperté hoy apenas sin dormir. Me desperté tenue como la noche. Hoy. No dormí. Hoy no me quise despertar. Me desperté y volver a dormir no pude. Hoy espero dormir y no despertar, porque es mi razón para dormir.

Benevolencia

Ven aquí, Ana de Bolena. Haz de mi cuerpo lo que quieras. Gorrión mal enjaulado. Sin prisa, corra más despacio. Nadie menciona su nombre, ninguno  de los presentes la conoce. Medias de estampados diferentes, colores desgastados, arrugados. Pintura fresca, ensuciando las manos. Respete a sus mayores, y con arrogancia,  camine derecho. Hijos pródigios y mal hablados. Liviandad, inseguridad. No me encierro en tus rincones añejos, benevolente rezo para salir de ellos.

Marzo

El registro de los que ya te han dejado ha adquirido un nuevo miembro. Sos la única inquilina en un laberinto sin salida, no te querrán más allá de lo que brindas. Cuando tu boca lo conozca por completo, se irá. Así lo han hecho, así seguirán. Te aguantas el llanto mientras desnudas tu secreto, pero nunca es suficiente; ¿no ves que estás sola? ¿Que no tenés ya sentimientos para regalar y tus gemidos ya no saben durar? Eres fría mujer, eres fría. No duermes en tu cama hace días y tienes el valor de querer echarte a volar. Me vas a enfermar de querer hundirme en vos. El patio se ve húmedo si no andas revoloteando por ahí. Sabe cómo abrirse de piernas pero no sabe abrir su corazón, y eso que una vez pensó que podría ser como yo.                                                                                                     (2016)

No

No me corrigas, no leas mis faltas de ortografía. Aunque me quieras. No me leas así, a tu forma. Soy débil, parecido  a un hueso del pie. No me leas si vas a decirme  "bien". No me sirve de nada tu consejo. No escribo para tu opinión. No me visto para tus ojos. No me recuesto sutil en tus hombros. No te meo. No soy un perro. No soy lo que creías. No soy lo que soñaste. No soy lo quería ser. No soy tuya ni de nadie. No soy más de lo que hiere. No soy agua que hierve. No soy canilla ni grifo. No soy la madre de tus hijos. No me escondo. No me pierdo. No soy esa a la que llamas con gritos. No soy ni seré. No soy más de lo pueda ser. No me leas, no, así no me leas. No me leas si no es más que para comprenderme. No me leas si lo vas a guardar en secreto. No soy invisible. No me esperes. No soy de encanto. No huelo a rosas ni a perfume importado. No me extrañes. No me señales. No soy poeta. No me compares. No soy de esas que sí pueden. No me lim

Respirá que todavía no es primavera

Te hago para mí, te invito a dormir. Acordate de tirarlo antes de tirarse a reír. Lo digo desde mi parte, no estoy hablando de tí. Sabes cuando tengo hambre por eso me pongo así. Te hago de mí, vos me haces reír. Nos vamos a dormir. Que no. Que sí. ¡Qué pasen las horas como soles desde el jardín! Ya lo veo venir, viene llegando, viene ocultado espinas debajo de mi raíz. Viste que sí, viste que existe. ¿Viste cómo la luz se entrega cuando tú te desvistes? Así estoy bajo la luna, bajo el sol, bajo lluvia. Así estoy cuando bajo las escaleras, algarabía.

Ocho y media p.m

Asueto, no aceto. Sé dónde caer muerto. No lo respiro, lo disfruto, lo hundo, lo mástico y lo fundo. Con la monotonía, de ser, lo que no es. Haciendo equilibrio  con la incertidumbre. De mil a dos maneras de subsistir al "no me gusta, gracias". Absuelto, no asueto. No me digas que vendrás porque no es cierto. Sinápsis a posgrado. Dolor de cabeza y  lo peor me espera en el parto. Rápida y sigilosa navaja, no me mires así que así me rayas. Vientre podrido, me comporto bien cuando tomo vino. Lávate la boca después de mí, usa perfume que tape  el aroma a ganglio infectado. Cansado, Leopardo no corre, va despacio porque famélico no piensa y muerde asfalto. Confundido también, pero no se vuelve blanco. Módena, no moneda. Vengo de ahí, no muerdas. Los cultos satánicos  no es lo temido,  es el hijo sátiro que es tu enemigo. Polos opuestos sí pero con la misma carga. Salido de ficción o  salido de la nada. Te dije que no, pero ahora lo quie

No son plegarias, es nostalgia

El día traduce mi interior: nubes negras, precipitaciones e inestabilidad, vientos huracanados, desmejorando a la noche. Domingo, sí, domingo. Habría que haber nacido en el siglo dieciocho o diecinueve porque para escribir nada te detiene. No, simplemente así, camino sola, lo que me marea son mis propias lluvias y no puedo escribir prosa mientras delirio paseando por los pasillos del barrio Pocitos. Hambruna solitaria, nauseas cognitivas, habrá quién nos llame de pasada pero sólo mi perra es la que ladra. De mil vueltas que me di recuerdo tres y de esas tres no las cuento porque obsesionada estaba con el punto fijo. Tormenta en la tarde de un domingo que a mi me da lo mismo, ya que no tengo que sentir alivio. Tendría que haber engañado que jugar limpio para luego ser descarte y desechar mis chances porque el intento de triunfar fue nulo, fue en vano.

Expuesto

Expuesto; vos no querés estar expuesto. Mordeme los labios, decí que miento, pero todos tus miedos ya quedaron expuestos. Achicame un tres, ya vuelvo no preguntes a dónde, no es cierto. Si querés un poco, vení que te presto, no me esperes sentado, no sé si vuelvo. Rara condición para no tener un peso y no lo vas  a conseguir  con tu respeto,  no es así el juego. Porque el hijo de yuta no quiere eso. Él si quiere te manda preso,  y vos sí, vos tragás su veneno. No te importa perderte lo ajeno, sólo querés tirarte al mar  y obtener fuego. Vivís sin el vértigo  que te deja  de un beso  y es ahora mi turno, mi privilegio  dejarte expuesto.

Receta

Cuando estás enamorado por primera vez, todo fluye. Cuando estás enamorado, aprendes el lenguaje secreto de los movimientos lentos;  esas miradas llenas, el tacto sútil de una mano eclipsda por la espalda, la sonrisa pura, el falso enojo, ese ascensor de emociones que hábita en tu panza, como cosquilleo, porque te veo nítido en mi reflejo.  Veo el amor en cada esquina, en cada rosa y margarita. Lo veo tal cual mi espejo, mi más claro miedo, como un paso descalzo en una playa cercana, como la valentía de decir "no quiero". Veo al amor como mi cómplie, una carta que sobrevivió mil lluvias sin que se le borrara la tinta, como la marcha floreciente de un ejército de hormigas-amigas trasladando una miga de pan. Lo veo en las plantas, en la sombra, en los gatos ariscos que se acomodan calentitos en las ventanas. Siento el amor correr por mi calle, desde mi panza llena hasta el tibio aire. Lo siento transitar por las casas vecinas, por las vacías, por los árboles ajenos y los de l

Arrugas

¿Cómo dormiste? ¿Tuve sueños muy tristes? ¿O tal vez muy felices? No me digas, no te acordás. Según vos, los sueños son en  blanco y negro. Las arrugas se te forman cuando te enojas  contigo mismo, las cremas no hacen nada. Yo sí, me alimento poco y duermo mucho. Al parecer no es sano, y tampoco son las drogas. Lo sabemos todo. No salvás el cine con una cámara analógica. Nadie es tan buen Santo ni tiene sus discípulos. Caigo nuevamente presa de mí, y vos feliz porque dormís. La araña no se mueve si no hay presa y yo no existo sin un par de poemas. Granja aliada con la inmortalidad. Decís que me entendés, que me cuidás. Pero al final de la hora sólo tu ombligo vas a mirar. Llegar ya a destino, que termine de una vez el recorrido. No duermo ni comporto bien, ¿cómo vas? ¿Vas a llamar por mí cuando no esté? Las horas vuelan como semanas y los meses son números. No me recorras, no me estrujes. No quiero escuchar tus prosas ni leer tus mensajes. Pasan los minutos inú

Colega, no me leas

Estoy profundamente enamorada y hasta quisiera poder gritarlo. Realmente lo amo. Y entonces es como una pequeña bromilla sádica del supuesto guionista que orquesta mi vida cuando empiezo a observar mi tablero, ¿qué estás tratando de decir? ¿que para empezar a cumplir mis sueños tengo que dejar atrás al único hombre que amo? Sí, obvio, claro, ¡¿qué me vas a decir vos, escritor de cuarta?! ¿eh? ¿me vas a decir que es una puerta que se cierra para que se abran muchas más? muy cliché, pensé que eras más de vanguardia. ¿Vos lees bien lo que escribís? ¿Revisás las faltas de ortografía? ¿El punto, la coma, la sangría, la coherencia? Pedazo de hijo de la mismísima caligrafía prolija, ¿cómo vas a resolver ésto? ¿cómo vas a crear tu mejor historia, la más sincera, hermosa e idílica de amor e intentar derribarla con cada intento de superación?  Una historia tan mágica que cada vez que se intentan separar, vuelven casi por inercia con un amor que crece cada segundo más fuerte. Espero estar eq

Los Marcianos

La resaca en un proceso natural en que nos sentímos miserables por el hecho de ser tan auto destructivos. Me opongo completamente al estado de ebriedad pero no lo puedo evitar, si estás triste y te dan un vino, lo bajas entero en tan sólo cinco segundos. Profundamente arrepentida pero no dejé de bailar ni un segundo porque yo misma armé la lista. Terminé comiendo pizza con mi amiga entendiendo así que ya estaba enamorada del amor de mi vida. No ronco y estoy segura porque duermo de costado, no puedo llevar alhajas, sólo mi anillo en mi dedo índice izquierdo. Olvidé lo que quería escribir, me olvidé a lo qué quería llegar, la cabeza me duele mucho y hoy tampoco no pude contener el llanto. No debo comerme las uñas enfrente a las personas, recordatorio personal. El otro día me quisieron hacer entender que mi fobia no es tanto una fobia y que la puedo superar. Por supuesto que no quiero ni enfrentar tal miedo. Será mejor que se alejen de mí si vienen con un globo. Mi único hallazgo hasta

Muy intímo

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  Así queda el cuarto cuando te vas: Con la cama destendida, la ropa en el piso, el aire de nuestro ciclón de amor, la persiana baja, los recovecos calientes que aun quedan, el perfume tuyo en mi almohada, en mi cóctel de frazadas que se mueven toda la noche y nos deja fríos, el tibio suspiro que aun queda en mi cuello. Así queda la mesa de luz cuando te vas;  el café con dos de azúcar apenas sin tomar porque no lo tomas porque está muy caliente y a los minutos lo olvidás, tus uno, dos, tres, cuatro cigarrillos que para cada uno hay una pregunta de por medio. Todo sigue intacto, como lo dejamos, sin tirar nada, sin tratar ni de abrir la persiana, todavía no puedo cambiar de aire, apenas sí levanté las medias. No tengo excusas, me pongo floja, me limito a pensar en esas cosas, no tardaré más de un segundo en llorarte y no crees que nada de ésto me pueda afectar, yo me voy, y nos rompo el corazón, ¿cómo hago para reparar algo que todavía no pasó? Nos quiero salvar de mil y un

Haciendo hazañas con las navajas

Cementerio de papeles y cemento. Nuestro color de piel no sirve y nos hacemos más daño que lamentos. Rara vez confío en mí y ésta vez es en serio, no crean todo lo que escribo, hablo y pienso, todo lo altero. Con un poco de tu ultraje sano más un poco de mi dopamina y estoy lista para cualquier hambruna. Vos no sabés lo que digo, dormir no es lo mismo que un abrigo. Cada cual frunce su gesto como más le guste y yo llego tarde para verme reír. Te digo que soy feliz contigo pero si vamos a darnos todo que sea de verdad y no por texto. Los rumores no le llegan a los oídos expertos porque se guían por la música buena y no de pavadas. ¿Realmente pensas que el placer está en acabar? Yo te digo que es tener la panza llena a la hora en que te vas a acostar.

Corriendo con los pájaros los días nublados

Lo más parecido que tengo a Greta Garbo es la manera de volvernos ermitañas y ver poco la luz del sol. Pero ella lo hizo mejor, mucho mejor, lo hizo en un apartamento enorme de Nueva York. En cambio, ¿qué tengo yo? Una ventana que es una puerta cuya persiana está rota y no puedo ver más el mar. No me repitan la misma frase de siempre de que tengo que ordenar mi cuarto para ordenar mi vida. Lo hice varias veces en el mes y no vi ningún resultado. La mentira más grande que vi, sentimentalmente hablando, lo de la higiene viene después. No crean todo lo que leen, se van a perder agonizando un final que no existe. Habrá que decir adiós a los planes más deseados para empezar otros. Soñé con dos casas, y en ambas escapaba de ellas trepando hasta el techo, atravesando recovecos, barras de hierro y escapar hacía el mundo exterior. Pero en ambos casos, lo lograba sintiéndome terriblemente mal; como si fuera algo malo abandonar una casa enorme dónde alguien me quiere asesinar, sí, eso pasaba. La

Recordatorio

Cuaderno nuevo, lápiz gris, joyas por ideas. Cantinero, sirvame otro vaso de ésto, bueno. Caminones entre mis pasos, pasean. Cualquier cosa llamá si no llegás, amiga. Libros descuadernados en el piso. Luz que demora en prenderse. Luciendo gris el cielo, hay tormenta. Licuado de frutilla sin azúcar. Es obra del mismo Satanás la lotería. Encuadernar pensamientos te calma a veces. Ensillar el caballo no evita que se escape. Espléndido es que lo más simple sea el cielo. Amaría más tenerte por las noches. Arranco seguido las hojas de mi diario. Arrugo mi sonrisa para así no llorar. Amo mirar tus ojos empañados de placer.

Quimera

¡Ah, es verdad! Lo que sueño puede hacerse realidad. Me gustaba más cuando no sabía la verdad. ¿Y en qué se manifiesta tu voluntad? El pleito eterno de lo que significa amar. ¿Quién está cautivo en tu pensamiento idílico? Tal vez seas tú mismo. Irónicamente vos no estás durmiendo y  aclamás estar somnoliento. Puede que sea el brebaje mental de nuestros cuerpos. ¿Quién soy yo? me digo A partir de éste momento, me borro del mapa de  la tecnología y le doy cátedra a las cartas que  sangran con la mano amiga. Millones de pensamientos se cruzan como hormigas, y ninguno parece solucionar  mi dilema: no deseo la vida, no deseo la muerte, sólo deseo que mi existencia se borrase de todas las mentes de los  seres pensantes y que no exista tal misericordia para mi alma enferma. Los ángeles no cuidan a los pobres, Dios recortó sus gastos en el séptimo día. Los famélicos cantos de mi alma tiemblan al nombrarte, Eterno. No sabrás nunca lo que siento, y lo que su

Luxemburgo

En mi Santo poder de romper tu estado de ánimo más rápido que una bala-mala, me refiero a tí como creador supremo de fé, dando vueltas en las charlas como un carousel. Me miento y me miro en el espejo, los botones de mi alma no están rotos, están hundidos por tanto palo que le dí, como control remoto que falla, dale dos cachetadas y probá si apaga. No me rindo fácil pero creo que sí, los animales son amigos del hombre bueno hasta que éste se aburra los coma y en jerarquía de falsa belleza los cuelgue en la pared. ¡Y qué premio! La mujer sumisa en su papel de princesa, en la fotografía no aparece porque se quedó armando la mesa, para que los hombres más grandes puedan degustar los platos desbordantes, y criticar su sabor después, en el nombre del buen arte de comer, ¡y ella en con un estómago que ruge desde del primer año de vida, espera sentada tranquila a que le llegue la sopa fría!. En un rencor tan abierto como cautivo se incerta mi duda de órden idílico; ¿por qué todavía tengo que

Ceniza roja

Ceniza roja, paisaje de un sueño de un hombre adinerado. Las grietas de cada corazón amanerado. ¿Es la sombra nuestro espejo más odiado? Los laberintos del alma en dónde se pierden los grises cables a la cordura deseada. No somos más que una gota en un océano de nada, que baña las playas de un Ser que odia el agua. Enfermeras con ojeras y la boca sedeinta me pregunta si antes de llegar consumí anfetaminas. Desconozco la sonrisa falsa de un doctor aplicado, porque ya me han dicho los expertos, que las mátices de mi miedo provienen de los abusos ejecutados por la negligencia de mi autoestima. Me quise suicidar a los diez años, estaba por abrir una botella de agua que contenía veneno. Y era porque mi madre se iba de vacaciones sola después de años. Mi reflejo ególatra delata mis intenciones con las personas, no sé querer, sé tener y si no lo tengo, entonces no lo quiero. No hay forma de crecer al límite de los miedos, pero no hay mejor salida que la de romper espejos. Sentarse

Solsticio de Invierno

Estoy sangrando desde abajo hacía arriba. Todo se rige a lo que la gravedad tira. Una fina linea entre dolor e ira. Mostrando de a poco las cicatrices autoinfligidas. Mi boca sedienta busca raíces rotas. Llamaradas de pasión que retumban las puertas de tu ropero, baño y el pasillo estrecho. Me crié adormecida entre imágenes falsas de amor y películas. Los panteones impolutos del matrimonio caen como el imperio que les dió vida. Simplemente no camino recta. Acorto caminos, y alargo respuestas. Escondo las verdades tras las mejillas. No me crees todavía y mi poder no tiembla. Incesante mirada contra el reflejo malo de su espejo. No es que no quiera tragarme mis suplicios pero es que viven atemorizados por mi silencio navaja. Corta mientras la respiración ruge y falla. Los escoltas siguen siendo los mismos que cubren el rosedal. Mitológicas criaturas del amor y sobervia, te asesinan si tenés menos de dos años de experiencia. No me siento ni me sentiré orgullosa de mis glúteos y tampoc

Octubre

Nueve minutos antes de empezar el día de mi aniversario número veintidós, te escribo una despedia de mis veintiuno que supiste ser parte tantos meses. Las palabras no significan nada sin la espada afilada y protectora del sentimiento que lo respalda. Los anaqueles del súpermercado del amor supieron ser grises, vacíos, salvajes, excitantes, tenebrosos y por sobretodas las cosas, solitarios. Hasta que tú. Es mi tercer y último intento de parecer más intelectual de lo que puedo ser. Mi amor por tí es arcaico, renovado y revolucionario. Olvidé el hábito de leer, de limpiar, de ser sana y cuerda, de olvidar lo que no se puede.  Las grietas de mi autoestima baja se delatan en mi persiana que no baja del todo. Mi puerta y ventana están rotas, estoy siempre expuesta, entra el frío y calor por cualquier parte. Unas lenguas andan diciendo que a vos y a mi nos cortaron con el mismo filo de una tijera para zurdos.  ¿Cuántas veces nos cruzamos y no nos dijimos nada?  Inexplicablemente nuestros cam

¡Marinero, el Capitán tiene hambre!

No sé bailar sin que sea vergonzoso. No sé fumar con mi mano derecha. No sé cómo cocinar una tortilla.  Sé cantar bajo la ducha e inventar melodías. Sé escribir con los ojos llorosos sin faltas de ortografía. Sé la forma de que quede apunto el arroz. Mis verdades son pocas, es que soy la única a la que siempre le piso los talones, y por eso no sé llegar en hora. Esperando los segundos que faltan para que la estufa termine de dar su giro de noventa grados. Lo literal de la situación es que no la miro, me guío sólo por su ruido. No quisera más exponerme a corazón abierto pero me gana el arte y las ganas de reír con la almohada. Quisiera pedir tres deseos; uno que sea el mismo de siempre, el otro lo quiero cambiar porque no me decidí si lo quiero o no y que el último sea poder escribir historias de verdad que se aleje de mis experiencias. Quisiera para llevar un combo agrandado de motivación acompañado con una ensalada de valor y perseverancia y para tomar capaz que pido, un poco d

Estornudo lírico

Nefasta ésta tos que el cigarrillo me dió. La noche eterna se balancea sobre mi desperfecto jardín. Lombrices y reptiles duermen lejos del fuego y como los buenos humanos que somos, no damos miedo. El flaco insulto de la boca de alguno que no supo querer, mi padre trabaja más de lo que puede para llegar a cada fin de mes.  El ego lo dejás con las llaves, al lado de la puerta, vas a dormir con tres ángeles, no desesperes, mañana el sol tocará en la ventana y no necesitarás ninguna alarma. Las hojas no hacen ruido si las piso, porque el frío es mudo casi como un susto, esos que no sabés si reír o llorar. Siento como las generaciones pasadas lamentan mis actos y también cómo olvidan sus infancias; las rodillas raspadas, la primera vez, el olor de la primavera y los fideos mal colados. El hambre también está en el espíritu pero hay quién disfruta del famélico niño de la portada. Ahí está el verdadero enemigo. Garganta profunda, la debilidad pornográfica de la gran mayoría y del amor de mi

De mañana: migraña

Intensos dolores de cabeza, el estómago revuelto por algo que comí y te aseguro que dormiré más de dos horas después. El viento sopla más fuerte en mi cuadra pero más miedo me da pasar por la puerta de tu casa. Sola y vagabunda la hoja que la secuestra el viento jocoso y frío de éste invierno. La felicidad es un jardín amplio y verde, con una casita en el medio del patio, para que los niños jueguen. La cabeza sigue insistiendo dolor y ese dolor se intensifica al oír como los segundos que pasan se van sin llevarme puesta. Es dormir con la puerta abierta e intentar descansar. El olor a café de aquella mañana azul y los cubitos de hielo del freezer, el aliento matinal que no tengo porque lo dejé todo por darte besos. Cualquiera podrá venir a intentar corregir mi rutina y la vida aunque siempre fue más fácil escapar por la puerta de atrás. En ocho horas y cincuenta y seis minutos sonará la alarma e interrumpirá el sueño que he logrado. Será un día cargado de lluvia y sinfonías y todos los

Delicado

Caprichosa mi mueca y no la viste, ¡qué suerte! Procedo a decirte "te quiero". Los rincones se van limpiando cada día, las hiedras de mi balcón se han ido y el viento sur ya no da frío. No se necesitan de alambres, la rima cae segundo a segundo al mirarte. Los secretos que guarda la mesa de luz se dejan atrapar. La otra noche dormí nueve horas de corrido, no me puedo quejar.  Catónica mi lengua que lo dice todo, me siento abatida como si tomara agua tónica. Se acerca y me dice "mi amor" y yo no emito palabras, me ganó lo dulce de su voz. Dormimos con las narices mirando a lados opuestos y nos encontramos también en nuestros sueños. Corazones rotos hay en todos lados, los puntos cardinales no son del todo acertados, siempre hay uno con un puñal en la mano. Quedate tranquilo, mirame y respiremos juntos. Las alianzas no se hacen en dos semanas y FE no conseguís en ninguna barraca o farmacia. Te doy todo, me das todo, hagamos todo, mitad-mitad, llenemos nuestras

3:53 PM

Estoy buscando que se enojen conmigo así me da motivos para comprarme cigarrillos. Porque, ¡qué manía tan grande ser la nueva reina del drama! Culpar a otros por cosas que no me dan la gana. Así espero caer muerta al piso frío, con las manos bien puestas en los bolsillos.

El calefón estaba apagado y yo llegaba tarde

Lucía y su valija. El escuadrón de hinchas que corre por la calle. Los vecinos que se quejan una noche por no dormir. La gata en el balcón, asomando la cola al ventilador. Tallulah y la cocaína. El penúltimo intento antes de salir de la cama. Las cuadras en forma de laberinto de Pocitos. El abrazo que me da, sabor a chocolate amargo. Vania y el llanto. El pétalo que cae antes de que se rompa el hechizo. Los bruscos movimientos del viento en mi calle. La tríada de versos, es lo que no entiendo.

Garantía

Es cierto que hay que mirar  ambos lados antes de cruzar la calle. Es cierto que hay que esprar un par de horas antes de entrar al agua. Es cierto que hay que fallar repetidas veces antes de apreciar la vida. Es cierto que hay un mañana prometedor antes de mencionar cómo va a estar el clima. Es cierto que por más que intente caminar recta antes tuve que tropezar y raspar las rodillas. Es cierto que antes de romper, supímos su garantía. Y nada más dulce que el olor a la plusvalía. Es cierto que a cada paso que doy antes me aseguré de seguir el camino mejor. Cuánto más ciertas sean mis palabras más demorará en caer la fruta de la definición que me incomoda. Y son ciertas tantas cosas que no sé, tantas que da miedo pronunciarlas sin saber su por qué, y en el hálito perfecto en que vive en mi pensamiento, respiro y digo: "¿podría ser mi alma tan eterna como la sonrisa de un niño?"

03:30 am

Quiero dormir, y no puedo. Puedo escribir, pero no quiero. Entonces, ¿qué hago en la computadora en vez de rayar mi cuaderno?

El Último Cigarrillo de una Caja de Veinte

Estoy esperando a que haga efecto éste ibuprofeno. Aunque, ¡qué inútil esperar a tener ganas de desear! Desear dormir menos y soñar más. Mi tierra seca y la lluvia maldita. Ven y haz fortalecer mis raíces. ¡Qué inútil crecer para desear lo que realmente querés hacer! El último cigarrillo de una caja de veinte ya no dura ni un día. Cuánto vicio en pocos días, cuántos mareos y monedas tiradas. El ropero tiene una puerta que no cierra bien y me enloquece de noche por alguna razón oscura. Y si usas bien la imaginación, ¿sabés qué hora son?

Día nublado

¡QUÉ IMPULSO ESE DE VIVIR CUANDO TE VEO TAN CERCA DE MÍ! No escuché tus pasos  y ahora elegante atraviesas todo mi paisaje. Tengo mis razones para quedarme dormida sobre tus rodillas. Tus rodillas rocosas y tus noches frías. Tu seno en la altura alimenta  mi tan simple vista.

El Tres es un número inventado

El agua contempla insegura la ciudad. La gente no hace nada más que molestar. Grito mudo entre los pasillos retorcidos de la sociedad que tampoco me deja pasar. Un estornudo colectivo, un cántico que compartimos. ¿A dónde están mamá y papá? ¿Por qué todavía no nos vinieron a buscar? ¿Y si en vez de opinar hacemos algo más? La máquina sulfura odio reprimido desde generaciones; y la flores no crecen de un solo brote. ¡Qué don menospreciado la paciencia! Vivo en la generación de la ansiedad y la urgencia, que ganó todos los títulos y como fiel canino terminan dominados. La arena queda pegada en los pies y no nos deja ir. Si supiera el buen pastor que cada oveja ahora tiene su propio corral y ninguna se anima salirse del horizonte de sus barras de metal. ¿Qué diría? ¿Qué haría? Quizás el lobo no se molestaría en comer una oveja que es tan fácil de cazar. Quizás, ya no quedan ovejas.  ¿Volverá la chispa traviesa e inocente a encender los recónditos espacios dónde vive el alma pura de cada

páginas de cuadernos usados vol.3

Me compré un ramo de flores y niguna es para tí Entonces, ¿qué carajos hacés aquí?  En mi pensamiento atolondrado. Emblema de lo puro y saturado.  Tiene tu rostro ese destello dorado que con franqueza limpia los ganglios inflamados de mi alma entumecida. Bruto. Bruto. Bruto. Muchacho, eres bruto. Finalmente (tarde) aclaras el asunto cuando libres eres de sustituto, y en su más vil encanto muere del susto. Piernas delgadas, ¿a dónde te vas? Entre la jungla primitiva y en el fondo del mar. Piernas delgadas, olvidé ese rostro celestial, será porque mucho has demorado en pasar. Piernas delgadas, ¿cómo estás? El viento le hace cosquillas a tus mejillas mientras vagas por los pasillos de la ciudad. Entre el ritmo erronéo de mi corazón que dice "amar" y mi razón que exclama "libertad" no sé cuál realmente me dice la verdad. Soleada la mañana y despertar en armonía. Contar las horas que faltan para el mediodía. Y estirarse, estirarse, e