Colega, no me leas

Estoy profundamente enamorada y hasta quisiera poder gritarlo. Realmente lo amo.
Y entonces es como una pequeña bromilla sádica del supuesto guionista que orquesta mi vida cuando empiezo a observar mi tablero, ¿qué estás tratando de decir? ¿que para empezar a cumplir mis sueños tengo que dejar atrás al único hombre que amo?
Sí, obvio, claro, ¡¿qué me vas a decir vos, escritor de cuarta?! ¿eh? ¿me vas a decir que es una puerta que se cierra para que se abran muchas más? muy cliché, pensé que eras más de vanguardia.
¿Vos lees bien lo que escribís? ¿Revisás las faltas de ortografía? ¿El punto, la coma, la sangría, la coherencia? Pedazo de hijo de la mismísima caligrafía prolija, ¿cómo vas a resolver ésto? ¿cómo vas a crear tu mejor historia, la más sincera, hermosa e idílica de amor e intentar derribarla con cada intento de superación? 
Una historia tan mágica que cada vez que se intentan separar, vuelven casi por inercia con un amor que crece cada segundo más fuerte.
Espero estar equivocada en juzgarte, y vos sos un escritor terco que no me quiere decir lo que en verdad va a pasar. No juegues con el equilibrio del verdadero amor. No sé qué estarás tramando para mí, pero te pido un favor, como futura colega; cuida bien a los personajes, amalos, dejalos que cometan sus propios errores, dejalos transitar orgánicamente por el guión, dejalos crecer, dejalos que sufran, pero te pido con mi alma y lágrima, ojo con el final, que no sea traicionero ni que cargue veneno. Si es así, prefiero que sea un final abierto.

Comentarios