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Mostrando entradas de 2015

Es

Es la tierra que se derrite.  Es la tierra la que muere.  Es la manera en que hace esencia. Es la noche incipiente en su forma más hiriente. Es el vilo de las tardes de domingo, esperando tu arribo. Vuelva tan alto que le pierdo el hilo. Toca el sol y yo sombra esperando verlo derretido. Como a la misma tierra. Como a otro enfermo. Es el hálito de vida en que cuelga nuestro amor. Es repartirse las últimas flores del jardín. Es aquel que no supira amor. Es aquel que no supo cuidar. Verde centella, confunde mi mirada atenta. Él pone en alerta a la ciudad así se despide más fácil. Venís a mostrar tu  espíritu carente de bondad. Es tu cuerpo el que se va. Es el mío el que queda, latente a la espera al llamado de tu voluntad.                                                       (2015)

Enchufe

Lo escucha sonreír en las noches, todavía tiene esas luces. Su color bordó renace en cada noche de encuentro. Él sonríe cuando la ve, ella extraña cuando no lo ve, y como idiotas electrocutados cuando nadie los ve. Mañana, el peor día. Incertidumbre total. Los enchufes no se cansan y siempre quieren más. Las estrellas son el total de nuestra saliva compartida y ninguna noche es tan larga para nosotros.                                                                   éste es mi primer poema, y lo escribí en el 2011

aum

Abrirás los ojos y verás el rostro de la mujer amada, pensarás <Qué bueno nunca fue nosotros> tu boca en su frente posarás y un tierno beso le darás. Ella sin temor ni represalia vence monstruos que tu mismo creabas.

Madrugada entrante.

Descubrí los mejores versos, el llanto romántico del poeta mal hablado. Ese que jamás pude enseñarte. Enlazdo tu brazo al mío, la madrugada entrante. Sin dormir te abrí la puerta ¿Tan frágil me convertí? Tu olvido, mi condena. La única salida, la esperanza es la que traerá aquella estrella. Habían mejores pero tu entidad Me zambulle en todos los pecados. Mi mejor fue castigo fue tenerte, si es que algún día, dichosamente me llamé tuya.

La canilla que gotea

Tarde o temprano nos terminamos acostumbrando a lo simple y complejo de la vida. La canilla que gotea, la programación de fin de semana en la televisión, al ruido de las motos y la separación. Me acostumbré a lo simple y bonito, a lo dulce y amargo, la indiferencia y soledad. Rápidamente me acostumbré a cambiar sentimientos de buenos a malos. O de armonía a catástrofe. Nos acostubramos a cambiar de aire, de música, de charlas y comida. Algunos cambian por arriesgarse a más o a menos, otros por simples casualidades y la opción de cambiar no es optativa.  Cambié de lugar la cama, el sillón, las revistas y el televisor, pero los sentimientos siguen ahí. ¿No deberían ellos acostumbrarse también? Caminé un rato, para despejarme, cambiar el aire por un rato. Volví. Y salí otra vez. Pero acompañada. Cuando unimos debilidad con estupefacientes la idea vivir crece pero tiene otro sentido.

Faldas

Me acosté sobre tus rodillas, y volé. Dejame sentir tu pecho latente, otra vez. Me mareo con frecuencia, a lo sumo tres al mes. En blancas tiendas yo dormí, pensando en tu hálito palpito que me llega, suspiro. ¡Ay, si recordarte no matáse! Locamente afuera lluve y tú, eufórica, no reprimes ya más nada. Dame algo más que solo palabras, un pulso de esos que muerden frenético.

Pastilla de Miel

Al gigante miedo lo derrotas cuando por fin comprendes que no hay peor dolor que la soledad. Tu pefume camina con el viento de verano aunque no exista el calor en invierno. No pierdas tu tren y las valijas que armaste desprolijo la noche anterior. Me gusta cuando no sabés a dónde ir.                                             (2015)

A Nuestro Rincón

A nuestro rincón, éste verso: De las migas surge y del amor. Te moja de día la lluvia  que no tiene rima pero en tu pelo brilla. Conserva la inociencia, el rincón, como el primer día. Al igual que tu sonrisa, lágrimas como hojas otoñales caían el viento de mayo no tarda en llegar. Sin menospreciar el sueño  eterno de volar. Todo se acumula en nuestro rincón, cuando estabas y cuando no. El polvo matutino, las palabras de auxlio. Los cajones llenos de lo que no dije. El cenicero desbordado por nuestro vicio. Vuela lejos el tiempo de a dos. Aunque tu ave es la que se aleja mejor. ¡Amor, deja de acercarte! Tanto beso me da tos.                                          (2015)

Otra hoja suelta

Dibuja laberintos en mi piel para que otros los puedan recorrer. Me inspira versos desconociendo que pronto serán sonetos. De tí, de mí y jamás nosotros. Sigue siendo la gracia pura de tu rostro. La del buen poeta hablado, la mejor canción, mi peor error.                                                     (2015)

Lo Espero para Dormir

Al primer día sin verlo mi corazón palpita, comienzo a respirar la almohada que contiene aun su perfume cual aire vital. Mis pensamientos giran en torno a su sonrisa.  Aun no vuelve. Lo espero. Al segundo día sin verlo, sin tocarlo, la esperanza no me deja dormir. Me canto para así poder engañarme y dormir. Ya no queda su perfume en mi almohada. Aun no vuelve. Lo espero. Al tercer día sin verlo, sin tocarlo, sin besarlo, es una pesadilla. Su nombre es solo lo que mi razón puede decir. La cama es un desastre y me hundo más en ella. No ha escrito ni llamado. Aun no vuelve. Lo espero. Al cuarto día sin verlo, sin tocarlo, sin besarlo, sin amarlo, es depresión. Nada tiene color a mi alrededor. El sol se secó frito de soledad. No hay más nada que su figura desnuda (mi capricho de varón) que recorra mi pensamiento. Aun no ha vuelto. Pero ha dejado recado: "Me voy a dormir, estoy cansado". Y como tonta, ¡he de esperarlo! Cómo si fuera tan sencillo pa

Carta de amor para mí

Para mejor aterrizar haz que tu cuerpo gire al compás y verás qué sencillo es fluir. Plático con tu vestido, gira, gira, margarita, marcha de flores hacía el cementerio. ¿Qué tan distinto puede ser a los veintitres? La cama guarda mejores confesiones cuando desnudas tu alma en ella. No caigas por tu camino vencida, ¿adónde vas tan linda? ¿Será así mi castigo? Si te asomas podrás oir mi frágil respiro. Hoy no me olvides, estaré para tí del otro lado de la pueta, si decides salir.                                                  (2015)

Sepia

Se acostó como todos las noches con su compañero fiel, el ventilador de techo. El ventilador de techo que no dejaba de vacilar. Y él como todo hombre de bien, asfixia cada lugar, por si llega a molestar cualquier bichito zumbador su más vacío sueño. Sofoca la habitación con un spray que vio en la televisión. Abrazado ya a la almohada comienza su monólogo interior. Y en el techo vasila aún el ventilador.

Silueta

¿Quién vino antes? ¿Quién vendrá después? ¡Quién diría lo bien que rima tu piel cuando acaricia la mía! Silueta Silueta de vos Que se expande  desde el rincón hasta tu ventana, pasando por todas las mareas que ya vivimos. Vamos a embarcar. Baja el ancla. Expande tus alas ¡Elévate elévate alto hasta tocar el Sol, Ícaro! No olvides depositar las buenas noches en la mejilla amada. Quizás no vuelvas. Y en mi mejor canto, te espero. ¿Quién vendrá después? ¿Quién vino antes? ¿Quién tiene a tu sueño parado en viglia? Por la que tú te has marchado.                                                         (2015)

Fragmento de una hoja suelta

Dirán algunos sobre mi inseguridad. Que es poca. Que no alcanza. ¡No les creas! Es mentira. Yo estoy bien. Mido mi autoestima con hormigas rojas y bichos de luz.                                            (2015)