Delicado

Caprichosa mi mueca y no la viste, ¡qué suerte!
Procedo a decirte "te quiero".
Los rincones se van limpiando cada día, las hiedras de mi balcón se han ido y el viento sur ya no da frío.
No se necesitan de alambres, la rima cae segundo a segundo al mirarte. Los secretos que guarda la mesa de luz se dejan atrapar. La otra noche dormí nueve horas de corrido, no me puedo quejar. 
Catónica mi lengua que lo dice todo, me siento abatida como si tomara agua tónica. Se acerca y me dice "mi amor" y yo no emito palabras, me ganó lo dulce de su voz.
Dormimos con las narices mirando a lados opuestos y nos encontramos también en nuestros sueños.
Corazones rotos hay en todos lados, los puntos cardinales no son del todo acertados, siempre hay uno con un puñal en la mano.
Quedate tranquilo, mirame y respiremos juntos. Las alianzas no se hacen en dos semanas y FE no conseguís en ninguna barraca o farmacia.
Te doy todo, me das todo, hagamos todo, mitad-mitad, llenemos nuestras partes con lo mejor que hay. Si querés las rosas te las puedo dar, las espinas las trago cuando no me mirás.
Podemos masticar y comernos el mundo de la mano pero antes de eso, amado, dejáme sentir tu aroma que huele tan delicado, casi como algo que he anhelado.

Comentarios