martes

Cuando no puedo dormir, pienso en vos.
Me invaden las palabras que no dije, los sentimientos que escondí, todos los besos que no te dí.
Cuando no puedo dormir, mi panza grita. Me mal alimento éstos días sobretodo cuando me cruzo con tu risa subersiva.
Cuando no puedo dormir, estás más presente que nunca. Esa melodía que te queda clavada por el resto del día.
Te quiero y en la longevidad del tiempo, te pierdo pero es ese segundo que cuenta, el que estás del otro lado de la cama.
Resolviendo cómo sobrevivir al puzzle de la vida con el pretexto de arreglar mi habitación.

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