Letras de agenda

Y mientras la última ceniza caía,
seguía hipnotizada con aquel humo
que ya tenía un pocos segundos de vida.
Parecía que danzara.
Luego recordé que en mi memoria, 
tengo su mueca y su sonrisa
que irrádian felicidad.
Los momentos más emotivos no tienen palabras,
no tienen sondio, sólo contienen sentimientos.
Llevo su mirada en mi cuerpo cuál tatuaje.
En cualquier lugar.
Bailamos sin música,
besamos sin luz,
amamos sin pensar.
Y a veces el humo danzante del sahumerio
nos ahoga con su armoa tentador.
El aire se llenó de aquel humo cautivador
y fue ahí dónde nuestro cuerpo y alma se unieron.

Comentarios