Dejar

Tengo un tornillo en el zapato que no me deja mover.
Oh, pues claro, será porque estoy esperando.
Esperando sentada en la banqueta y él llega tarde.
¿Y para qué? Para que siga insistiendo sobre los mismos temas que no quiero hablar y dije que sólo darían problemas.
Tengo una piedra en la bota e igualmente no estoy incómoda. Incómoda sí con las mil ráfagas de palabras que no he dicho. Las canciones que no compuse, los pasos que no he hecho.
¡Pero qué bueno es vernos bien! Y no te voy a mentir, la vida sabe muchísimo mejor sin ti.

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