Niño Enclenque

El enclenque foragido, historia de un niño olvidadizo.
No sabe muy bien cuál es su camino, pero piensa que es mejor la comodidad del barrio. 
El niño enclenque dobla los cubiertos y los deja de usar por eso su vajilla no le sabe durar. Niño enclenque, rompe los platos del amor y destino porque él se cree rumbo perdido. Niño enclenque, tú no sabes cantar pero perfectamente puedes recitar todo lo que no quieres escuchar.
Ahora hombre enclenque tú eres, el fiel reflejo de tus ancestros. Recitame más, niño enclenque, esa maravilla viril que tú eres. Si supiera la ama de casa que ni cucharas tú ni tienes, te dejaría otra vez por el mismo bobo de siempre.
Niño mío, ¿qué has hecho con tu pureza? No sabés cuánto vale siquiera tu propia cabeza, has vendido tu alma por otro trago de cerveza, sin importarte a quién le cierras la puerta.
Niño enclenque ya llegará tu día, y tardará la noche, pero para ese día, niño, tú tendrás que valerte más por las rimas que por tu número inexistente de conquistas.

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